18...

Ayer lo primero que hice al dar las 00:00 fue leer mi texto favorito, "Somos lo que soñamos ser" porque aunque pasen los años y me haga mayor me niego a dejar de soñar, de luchar por lo que quiero, porque si lo hiciera, entonces dejaría de ser yo. Mientras leía ese texto empezó a sonarme el móvil, como siempre mis mejores amigas habían estado pendiente del reloj para felicitarme las primeras. Leyendo sus mensajes me reía como tonta y me ilusionaba al pensar que un año más las tenía conmigo... Después, antes de acostarme mi familia empezó a recordar el día de mi nacimiento, mi padre contó una vez más que cuando nací el dijeron espera un momento, que ahora la sacamos y la enfermera salió con un niño negro y mi padre se quedo desconcertado pero al instante oyó a una niña llorar con fuerza y supo que esa era la suya, esa era yo. Una niña que ha crecido y ha sido feliz y esa felicidad se la debo a mis amigas

A mi Halbi que siempre estuvo ahi en lo malo y en lo bueno, tan cerca pero tan lejos a la vez pero sobre todo porque siempre me supo comprender

A mi Elenita, mi rubia..., mi Ticris y mi Miryam, mis hermanas preferidas que siempre me sacan una sonrisa y me hacen ser feliz

A mi gente de teatro donde he crecido y logrado que mi sueño sea más grande, donde me lo he pasado realmente bien aprendiendo, mi otra gran familia... Mis profes, mis compis Sarita, Cargmen, Adriel, Marijose y Luisi. Paz, Pablo, Lucia, Alba, Juanma, Cris, Rober, María... y todos lo que no he mencionado porque me puedo eternizar pero que ya sabeis que os llevo en mi corazón... Porque la rata roía la ropa!

A Guille, Nuria, Carly y Marino que han hecho que las clases no sean tan aburridas a su lado

A las que aunque ahora no vea mucho tambien fueron mis amigas y con las que pase buenos momentos

A mi familia que le debo todo y más y que no la cambiaria por nada del mundo, por que son los mejores, los más grandes. A mi sobrino Javier que es un bichillo y me enamora con su sonrisa de pillo.

A mis milanisimas de las que me siento tan orgullosa de haber compartido tan grandes momentos, ya hace 4 años y desde entonces no he parado de conocer a gente maravillosa que se ha hecho tan imprescindible en mi día a día

Gema... Sa, Ra... sois tan tan especiales, mi ojazos me encantaría tanto que estuvieras hoy aqui...

Mi lolita Susana... mi Iri, Anita, Sara, Alma, mi loca Ari...

Veryto, Almu, Saio

Mimi, Lau rosadelia, Julie, Marina, Cris...

Todas y cada una de vosotras :D

Ana Milán... que aunque ella no lo sepa, me ha echo ilusionarme tantas veces, me ha hecho reir y llorar y dar saltos de alegrías, emocionarme...

GRACIAS!!!!

Un día gris y una tarde aún más oscura...

Tenía la mirada perdida en el horizonte como si sus ojos buscaran el cielo para fundirse con las estrellas, el sol calentaba su cara pero él solo veía un día gris y una tarde aún más oscura. La luz era una mera ilusión que le traía recuerdos del ayer, recuerdos que le hacían daño, su mundo ahora era negro y él aún más gris. Él antes era un joven con sueños e ilusión, amante de la música y del olor a tierra mojada, sabia que no era especial pero le gustaba sentirse como tal, al menos le gustaba serlo para ella, ella... ella la princesa del cuento de hadas, guapa y sincera, amante de la vida y las estrellas, su pequeño tesoro, su musa, su luz del día, su sol. Sol que se apago tras comenzar la tormenta. Ahora solo le quedaba la esperanza de fundirse algún día con las estrellas. Y sobornaba al tiempo para que pasará rápido y a la muerte para que se lo llevará consigo, ella ya no estaba su lado, ni si quiera el estaba consigo. Su mano se alejo de la suya tras un bru
sco golpe, un adiós definitivo, cayeron en un espiral ascendente, ella era luz y corrió hacia las estrellas, él no supo correr y cayó en la noche oscura, más oscura aún sin ella.

un coche se la llevó y el simplemente se dejó llevar, su corazón dejó de latir poco a poco... La lluvia en el corazón el calor tras la ventana, mucha gente en la habitación pero él tan solo la veía a ella... Pronunció su última palabra y todos abandonaron la sala. SOLEDAD. Nadie lo entendió porque nadie allí lo conocía, no pedía ausencia, sino compañía.

Y en su último suspiro abrió los ojos con fuerza, dejó atrás la oscuridad y se fundió con las estrellas.